El presidente de Paraguay, Santiago Peña, afirmó que la Unión Europea (UE) debe concluir el tratado comercial con el Mercosur -que lleva mucho tiempo aplazado- antes del 6 de diciembre o los latinoamericanos se retirarán y negociarán con los países asiáticos en su lugar.
Expresando su frustración por las negociaciones que se han prolongado durante más de 20 años, Peña le dijo al Financial Times que había llegado el momento de que los líderes europeos tomaran una decisión política sobre si querían un acuerdo con los cuatro países miembro del Mercosur: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. «Ya no se trata de una cuestión técnica», agregó.
En principio, se acordó un tratado en 2019, pero la UE no ha promulgado el acuerdo porque algunos Estados del bloque, entre ellos Francia, quieren compromisos medioambientales adicionales por parte de Sudamérica antes de firmarlo. Los países del Mercosur rechazan esto por considerarlo proteccionismo de los países europeos, asustados por la competencia de las exportaciones sudamericanas de carne de vacuno y vino.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en julio que un acuerdo con el Mercosur estaba «al alcance de la mano», pero desde entonces los avances han sido mínimos y los diplomáticos afirman que la oportunidad se está cerrando. Argentina tendrá elecciones presidenciales el mes que viene y el economista libertario que encabeza las encuestas, Javier Milei, ha prometido disolver el Mercosur y congelar las relaciones con Brasil si resulta elegido.
Peña, que se encontraba en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, dijo que había acordado allí con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que si no se había cerrado un acuerdo comercial con la UE para cuando Lula le entregara la presidencia rotatoria del Mercosur a principios de diciembre, Peña rompería las negociaciones.
«O cerramos antes del 6 de diciembre o no cerramos», dijo Peña en una entrevista. «Yo soy el que va a tomar la presidencia después y le dije [a Lula] ‘basta'».
«Si hay alguien que puede cerrar este acuerdo, es Lula (…) será este año, o si no, no ocurrirá», agregó. «Estoy súper firme en esto. Súper firme. O lo hacemos ahora o no lo hacemos».
El presidente paraguayo, que asumió el poder el mes pasado, dijo que el Mercosur tenía otros acuerdos comerciales en ciernes con Emiratos Árabes Unidos y Singapur. «Con Singapur cerraremos un acuerdo en dos meses», añadió. «Les puedo asegurar que será muy rápido».
Peña, exministro de Hacienda y miembro del directorio del banco central que estudió en EE.UU., tiene ambiciosos planes para catapultar la economía de Paraguay al nivel del pequeño grupo de países sudamericanos de altos ingresos, como Chile y Uruguay. Su partido Colorado (conservador) controla el Congreso y ha dominado la política paraguaya durante la mayor parte de los últimos 75 años.
Para Von der Leyen, el acuerdo Mercosur-UE está «al alcance de la mano»: qué es lo que falta
Confía en que en un par de años el exportador sudamericano de carne vacuna y soja podrá alcanzar una calificación de grado de inversión por su modesta deuda externa, en la medida que establezca un historial sólido. «Nuestra conversación con las agencias de calificación crediticia es: ‘¿Qué más necesitan?’ y nos dicen: ‘Necesitamos tiempo para ver la consistencia de [los resultados económicos]», afirmó.
Paraguay forma parte del reducido grupo de países que mantienen relaciones diplomáticas plenas con Taiwán y es el mayor aliado de Taipei en términos geográficos. Los agricultores paraguayos han cuestionado la alianza porque impide las exportaciones al vasto mercado chino, pero Peña expresó su firme compromiso con Taiwán.
«El futuro de Paraguay no son los alimentos. El futuro de Paraguay es la industria», dijo. «Así que tenemos que pensar cómo vamos a desarrollarnos industrialmente. ¿Quién nos va a ayudar a acercarnos a un futuro industrial: un gigante que sólo nos va a comprar alimentos… o Taiwán, que nos va a ayudar a mejorar, como hicieron ellos mismos?».
Paraguay ha enviado unos 600 ingenieros a Taiwán para estudiar electrónica avanzada y Taipei ha ayudado a establecer una universidad técnica en Asunción. Peña quiere aprovechar el enorme suministro de electricidad renovable y barata de la gigantesca represa de Itaipú, en la frontera con Brasil, para alimentar un creciente sector manufacturero destinado a la exportación.
Brasil y Paraguay están renegociando parte del tratado de Itaipú y Peña espera lograr un acuerdo para emitir decenas de miles de millones de dólares de deuda verde garantizada con los futuros ingresos de Itaipú para utilizarlos en proyectos de infraestructura y desarrollo, ahora que el costo de construcción de la represa ha sido pagado. Los fondos se repartirían a partes iguales entre los dos países.
«Estamos hablando de un enorme potencial de inversión…u$s 100.000 millones. Las cifras son gigantescas», dijo el presidente sobre la emisión de deuda.
«Estoy súper firme en esto. Súper firme. O lo hacemos ahora o no lo hacemos», dijo Peña
Peña también tiene ambiciosos planes para construir nuevas rutas a través de su vasto país mediterráneo para impulsar la economía. Ya está en marcha la construcción del tramo final de una nueva autopista que atravesará la región central del Chaco, uniéndola a Argentina por el oeste y a Brasil por el este. Una vez terminada, en unos dos años, abrirá una nueva ruta comercial desde la costa atlántica de Brasil hasta el puerto de Antofagasta, en el Pacífico chileno.
Peña, que a sus 44 años es uno de los líderes más jóvenes de la región, dijo que quería que Paraguay «diera un salto» en su crecimiento y dejara atrás la imagen de país sin salida al mar y aislado. «Paraguay está en una curva ascendente, pero yo quiero acelerar la curva», dijo. «La imagen de Paraguay es muy diferente a la realidad. Esa es la brecha que quiero cerrar en cinco años».
Fuente: El Cronista