Así lo confirmó el representante de Comercio del gobierno, Robert Lighthizer. «La meta es terminar las conversaciones para fin de abril», sostuvo el funcionario. Hace menos de dos semanas, el presidente Mauricio Macri se contactó telefónicamente con Donald Trump para tratar el tema.
os Estados Unidos demorarán la aplicación de aranceles al acero y aluminio para Argentina y algunos países con los que se encuentra negociando el tema mientras se desarrollen las tratativas para las exenciones definitivas, dijo el representante de Comercio del gobierno, Robert Lighthizer.
La dependencia a cargo de Lighthizer está discutiendo activamente exenciones para la Unión Europea (UE), Australia y Argentina y se esperan similares charlas con numerosos países, como Brasil.
Según trascendió, incluso el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, recibió un llamado clave desde los Estados Unidos sobre la intención del país del norte de negociar la eventual exención.
«La meta es terminar las conversaciones para fin de abril», sostuvo el funcionario estadounidense ante el comité legislativo a cargo de la redacción de normas impositivas de la Cámara de los Representantes, el «Ways and Means Committee».
Lighthizer agregó que espera pronto una decisión del presidente Donald Trump sobre los aranceles respecto de China, en particular.
«Creo que los países saldrán (de la lista de incluidos en los gravámenes) conforme arribemos a un acuerdo y que algunos estarán en una posición en la que las tasas no se aplicarán sobre ellos en el curso de la negociación», agregó.
En ese sentido, mencionó a Canadá y México «pero habrán otros».
Lighthizer indicó que las conversaciones con Corea del Sur y una eventual exención para ese país forma parte del contexto de negociaciones generales.
Menos de dos semanas atrás, el presidente Mauricio Macri mantuvo un contacto telefónico con su par de Estados Unidos, Donald Trump, a quien le expresó justamente la «preocupación» del gobierno argentino sobre la decisión de la Casa Blanca de aplicar aranceles a las importaciones de acero y aluminio, se informó oficialmente.
Durante el diálogo, Macri le expresó a Trump su preocupación por el potencial efecto negativo de esas medidas sobre la economía argentina.
El mandatario estadounidense se comprometió a evaluar un pedido para que la Argentina sea exceptuada de cualquier medida restrictiva que afecte las exportaciones de acero y aluminio hacia los Estados Unidos, añadió un comunicado de la Presidencia.
Un tema sensible
La decisión de levantar aranceles al acero y el aluminio no es un tema simple para la industria estadounidense: sucede que diversas ramas de la actividad dependen de esos insumos y, ante un eventual freno de las importaciones, podrían verse seriamente afectados.
La Cancillería argentina había señalado que el gobierno nacional tenía la intención de dialogar con las autoridades competentes de los EE.UU. con el propósito de lograr la excepción de esos aranceles para las exportaciones argentinas de ambos productos.
Según lo anunciado por Trump, Estados Unidos decidió establecer un sobrearancel a las importaciones de aluminio del 10%, y otro de acero con una tasa del 25%, en una medida basada en la defensa de la industria local y la seguridad nacional.
Atento a la medida que se venía, desde el Ministerio de Producción y la Cancillería Argentina habían enviado notas al titular del Departamento de Comercio de EE.UU., así como al representante de Comercio norteamericano en la Argentina, precisando los motivos por los cuales nuestro país debería quedar exento de esta aplicación arancelaria.
Entre estos argumentos, se destacó la baja participación que tienen las ventas nacionales en el mercado norteamericano, ya que las exportaciones argentinas representan sólo 0,6% del acero y 2,3% del aluminio de todas las importaciones que hace EE.UU. en ambos rubros.
Algo que también repitió el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, durante la reunión de finanzas del G20 que se desarrolló en la Argentina entre el 19 y 20 de marzo pasado. En ese marco, Dujovne mantuvo un encuentro con el secretario del Tesoro de EEUU, Steve Mnuchin, a quien le reclamó que Washington excluya a la Argentina de la imposición arancelaria.
Es que para la Argentina no está en juego una tajada menor: se trata de un negocio de u$S700 millones anuales para la industria nacional. Es que el país exporta hacia Estados Unidos más de u$s500 millones en aluminio y u$s200 millones en acero.
Las empresas que sufrirían un importante golpe de imponerse los aranceles son Aluar (principal productora de aluminio) y el Grupo Techint, que despacha a ese país 200.000 toneladas de acero argentino, lo que representa el 50% de la producción de Siderar, su subsidiaria.
Fuente: IProfesional