Mercosur-UE: “Surgen hechos nuevos e imprevisibles en cada reunión”

El presidente de la Comisión de Integración y Mercosur de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Carlos Restaino, aseguró que el acuerdo se halla en movimiento, debido a que faltan cerrar temas.

En la primera quincena de julio, se realizó en Bruselas, Bélgica, una nueva reunión negociadora del Acuerdo de Asociación entre el Mercosur (MCS) y la Unión Europea (UE). Carlos Restaino –presidente de la Comisión de Integración y Mercosur de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) –, quien participó del encuentro, aseguró que “surgen hechos nuevos e imprevisibles en cada reunión”.

El funcionario de la CAC explicó que si bien existe “total disposición y vocación para negociar”, cada instancia de diálogo trae aparejada “hechos nuevos e imprevisibles” que obligan a una revisión de lo que ya podía considerarse como concluido.

Con lo cual, para Restaino el acuerdo aún se encuentra “en movimiento” debido a la falta de temas cerrados o cantidad de situaciones pendientes de consenso que podrían terminar afectando “lo ya presuntamente acordado”.

Además, afirmó que a pesar de algunas declaraciones y versiones oficiales, “no se produjo ninguna firma o cierre de negociaciones”. Sin embargo, confirmó que el contenido en proceso de negociación contempla el 93% del comercio en las canastas de desgravación y el 7% en cuotas para la UE y el 90% en canastas, quedando el 10% sin negociar para el MCS.

Según Restaino las conversaciones se focalizaron, principalmente, en algunos temas aún sin negociar como una manera de superar la actual situación de virtual estancamiento. En ese sentido, precisó que los temas de discusión “continúan siendo los conocidos y surgen detalles de algunos que se consideraban cerrados”.

Al respecto precisó que entre los temas de mayor relevancia se incluye: carnes y agro; sector automotor, lácteos, transporte marítimo, tasas de faros en Brasil, reglas de origen generales o específicas, certificaciones de origen, identificaciones geográficas, compras gubernamentales, pesca, sector IT, draw-back, calzado y juguetes.

Restaino explicó que la nueva etapa de negociación se centró en tres capítulos del pilar comercial sobre el que aún existen inconsistencias, como comercio de bienes, reglas de origen y propiedad intelectual, con un apartado sobre indicaciones geográficas.

En comercio de bienes, señaló la puja por reajustar los volúmenes de las cuotas de algunos productos, siendo el más sensible la carne bovina. “El MCS exige el ingreso de hasta 99.000 toneladas vacunas en tres etapas. A cambio, los europeos reclaman acceso al mercado lácteo, sumamente sensible en Argentina y Uruguay”, dijo.

En términos industriales, indicó, las discusiones se centran en el mercado automotor. En reglas de origen, el MCS busca impedir que ciertos insumos o productos importados de otras regiones del mundo sean nacionalizados y se vendan como un producto local de la industria europea.

“Los industriales temen que el MCS atenúe los criterios sobre qué es y qué no un producto europeo, lo que se determina, según el sector, por el valor agregado, la cantidad de componentes o por el valor bruto de producción”, señaló Restaino.

La UE reclama, en otro orden, un uso exclusivo de datos de pruebas que se elaboran para homologar, por ejemplo, un medicamento. Esa situación, advirtió el funcionario de la CAC, limitaría en la práctica el desarrollo de productos biosimilares o genéricos.

Finalmente, Restaino reiteró que el acuerdo comenzaría su vigencia en un plazo estimado de 3 a 4 años después de la firma, y a partir de los cuales comenzarían a validarse las decisiones consensuadas, que podrían llegar hasta los 12 o 15 años.

Fuente: MarcoTrade