Las empresas pymes exportadoras e importadoras están analizando el impacto de la autocertificación de origen, que se acordó en el marco del Mercosur ante la posibilidad de que los datos no sean certeros.
«(El acuerdo) da la posiblidad de no aceptar la autocertificación», aclaró uno de los directivos de la Asociación de Importadores y Exportadores (AIERA), Adriano de Fina, quien dijo a BAE Negocios que “la autocertificación de origen implica que todos los exportadores podrán -mediante una declaración jurada- señalar que cumplen con la normativa del Mercosur”.
En la reciente cumbre, en Puerto Iguazú, se firmó la decisión 5 que deja en manos de cada país de qué manera se controlará, sin excluir posibilidades. Existe confianza en el rumbo que adopte la Argentina, ya que el vínculo entre las pymes del comercio exterior y las autoridades de Aduana es sólido.
En la actualidad, los agentes del comercio exterior deben presentar la documentación en entidades y cámaras, por lo que el control es más estricto. El Mercosur está «muy cerca» de contar con un nuevo régimen de origen, una serie de requisitos que determinan si un producto es originario del bloque. “La autocertificación permite cometer irregularidades, como mentir sobre algún aspecto de la producción”, agregó de Fina.
Al hacer un balance de la Presidencia «pro tempore» de Argentina en el Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) durante el primer semestre, Cancillería destacó que el trabajo desarrollado pone al bloque «muy cerca de alcanzar los resultados concretos» en este asunto clave para el comercio de la unión aduanera.
Revisión
El bloque ha encarado desde hace tiempo un proceso de revisión del Régimen de Origen del Mercosur (ROM), el conjunto de requisitos y procedimientos para determinar si un producto puede ser considerado como originario del bloque y, por tanto, gozar de tratamiento preferencial, lo que incluye la eliminación de los aranceles que gravan el comercio intrarregional.
Con este proceso, el bloque busca actualizar el ROM para modernizar este instrumento fundamental para la integración de cadenas de valor entre los países socios del bloque, simplificando las reglas. Al mismo tiempo, el Mercosur continúa con los trabajos de revisión de su arancel externo común (AEC).
Tras una negociación de varios años para la revisión y actualización del AEC, en julio de 2022 el bloque aprobó una reducción el AEC para el 66 % del universo arancelario de la nomenclatura común del Mercosur (NCM), a la vez que se habilitó a los Estados parte a reducir el arancel de importación aplicado para un conjunto adicional de bienes.
«Se continuaron los trabajos orientados a la redacción de un nuevo régimen de origen para nuestro bloque, que, sumado a los cambios que ya realizamos el año pasado al AEC, constituirán avances fundamentales para enfrentar y beneficiarse de la reconfiguración de las cadenas de valor», destacan.
Fuente: Bae Negocios