Mercosur, en peligro por la baja del arancel externo.
El Mercosur nunca recuperó la calma en el primer semestre. A una semana de la cumbre presidencial del bloque, habrá un encendido un debate en torno al arancel externo y las negociaciones internacionales.
Según fuentes del Palacio San Martín, “Uruguay ya expresó su realineamiento con el recorte de 20 puntos (en el arancel externo) que Brasil realizó hace meses”. En tanto, el Gobierno adelantó que “10 puntos puede ser aceptable pero bajar más puntos es mucho”, posición compartida por Paraguay.
En el Palacio San Martín señalan que tanto Brasil como Uruguay invocan el artículo 50 de la ALADI, que permite ante situaciones de extrema gravedad, una baja unilateral y “en un conjunto específico de productos”.
El problema es que “la excepción hoy parecería la regla del consenso y si hay abusos, se diluyó el Mercosur”, señalaron. Uruguay ratificaría que no acompañará negociaciones externas ante el rechazo de sus socios a un eventual acuerdo Uruguay con China.
Uruguay, en tanto, mantiene su posición y ya avisó que no variará, por ejemplo en el relacionamiento externo donde reivindica sus conversaciones con China. Una fuente diplomática local dijo que «no hay preocupación porque es sólo Uruguay».
Cumbre caliente
El 20 y 21 de julio próximos, en Asunción, el gobierno del Paraguay traspasará a Uruguay la presidencia del Mercosur hasta fin de año, lo que se llama rotación semestral.
El ministro Guedes también dijo hace días que Brasil es como Alemania para la Unión Europea, es decir, la economía más fuerte e industrializada. Sobre la Argentina, el segundo mayor actor del bloque regional y tercer socio comercial de Brasil tras China y Estados Unidos, Guedes afirmó: «Comprendemos el problema de Argentina, un problema muy serio con el FMI y por eso puede tener un problema más grande para una apertura económica del Mercosur. Pero nosotros estamos listos para una mayor apertura con la economía global».
En el capítulo de las negociaciones externas, las rondas con la Unión Europea (UE) y el bloque (EFTA) -Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia- están paralizadas por decisiones ajenas al Mercosur pero relacionadas ya que la carne -por caso- es resistida por los productores agrarios europeos, como también sucede con los commoditties.
El Gobierno espera que Paraguay acompañe -como lo viene haciendo- en las rondas bilaterales con países o bloques. Un diplomático paraguayo garantizó que el rumbo actual «no va a cambiar la esencia» y rechazó los movimientos políticos del Uruguay que retrasan todos los frentes de negociaciones.
Fuente: Bae Negocios