Mercosur, en conflicto: presidencia pasa a Brasil con todos los problemas abiertos.

Mercosur, en conflicto: presidencia pasa a Brasil con todos los problemas abiertos.
Más de la decorativa cumbre de cancilleres que habrá entre el 15 y 16 de junio, el Mercosur cerrará el primer semestre sin soluciones para sus principales problemas de la agenda. No se alcanzará en primer lugar, un consenso mínimo para reducir el arancel externo común (AEC) que protege de las importaciones; ni tampoco se avanzará en flexibilizar el bloque para que encare nuevas negociaciones comerciales, porque la postura uruguaya parece extrema.
Diversas fuentes diplomáticas señalaron a BAE Negocios que la discusión central en torno a estos dos puntos «pasará a la presidencia pro témpore de Brasil que será en el segundo semestre del 2021, y donde se supone que la administración de Jair Bolsonaro imprimirá otra dinámica para forzar ciertos cambios».
El pasado miércoles, fue el último encuentro técnico y «no hubo avances» porque se combinan las posiciones bien radicales de Brasil y Uruguay. En el primer caso, el ministro de Economía, Paulo Guedes, no cede a posturas «más amigables» como las de Itamaraty y quiere rebajar 20% el arancel externo común en este año.
Como es sabido, la Argentina ofreció un recorte de 10.5%, lo que está representado por una canasta de 1.893 productos que bajarían su arancel de 2% a 0%. Sin embargo, el Gobierno pretende sólo esta disminución para el año en curso e incluso con sectores exceptuados como la industria automotriz.
Uruguay, muy duro
Por carril paralelo, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en ningún momento del semestre dio indicios de querer negociar su planteamiento. «Desde un lugar de no ceder ventajas en el Mercosur, quieren la autorización para salir a negociar con todo el mundo como si no fueran parte de un bloque», dijeron desde el Palacio San Martín.
Así como Uruguay apoya el nivel de desprotección ante las importaciones que postula Brasil, comunica erróneamente que cuenta con el respaldo de este país para firmar acuerdos con terceros países o bloques de países. «Una y otra vez, hablan del apoyo de Brasil pero el único que los apoya es Guedes porque Itamaraty no quiere negociaciones sin racionalidad», apuntaron.
La Argentina apostó a una suerte de «avenida del medio» y propuso una serie de países con los cuales negociar, algunos de los cuales ya están dentro del menú como India, Indonesia, Vietnam, naciones del África, Centroamérica.
Lo que no resulta claro es que bajo la presidencia de Brasil se pueda modificar la normativa del bloque para la ilusión oriental, ya que Argentina insiste que la única salida es modificar el Tratado de Asunción, sin atajos.
Clave, insumos
En el eje de la protección de las importaciones, será clave que Brasil acepte que es factible bajar aranceles en los insumos industriales, pero no en los bienes finales, como rechaza el presidente Alberto Fernández.
«Bolsonaro atropelló y no midió consecuencias porque todos los sectores industriales del Mercosur creen que no es el momento de bajar las defensas ante los productos extrazona. A lo sumo, señalan que si son consultados estudiarían el posible daño sobre sus industrias pero a la luz de los hechos, los gobiernos de Brasil o Uruguay no han mostrado sus planes a los industriales», señalaron las fuentes.
En la nómina, adelantada por este medio, el Gobierno puso bajo resguardo de posibles bajas en el AEC a la industria automotriz, lácteos, duraznos, la cadena textil-indumentaria, entre otras.
En este escenario, y en forma silenciosa, Paraguay fue «corriéndose» a vertientes más proteccionistas, colocándose prácticamente al lado de la Argentina. «Hoy el tablero es 2 y 2, y no uno contra tres como lo sufría la Argentina en el inicio de la pandemia», señalaron funcionarios conocedores de la diplomacia actual.
Fuente: Bae