La cantidad de hectáreas plantadas con frutos secos llegó a 410 en toda la provincia de Neuquén, un 14,5% más que hace tres años, debido a un impulso que le dio el gobierno provincial a los privados.
De acuerdo a los datos ofrecidos por el Centro Pyme-Adeneu, la cantidad de hectáreas con desarrollo de frutos secos pasó de 358 en 2016 a las 410 en la actualidad.
En 2019 se concretó la primera exportación de 60 toneladas de nueces con cáscara desde esta provincia, con destino a los mercados de Dubai e Italia. Fue una clara señal que consolida el camino de ese sector, en el marco de la reconversión productiva que, con idas y vueltas, ha encarado Neuquén desde hace tiempo.
La almendra es la gran protagonista en estos últimos años. Se trata de un cultivo de gran precocidad en la entrada en producción y que cuenta con una demanda interna insatisfecha, lo cual facilita su comercialización, de acuerdo a la evaluación que hace el Centro Pyme-Adeneu, facilitador técnico y financiero de los proyectos.
Por su fecha de floración exige la utilización de un sistema de control de heladas, más allá de que se estén implantando variedades de floración extra tardías.
En cambio, la producción de nueces no necesita un sistema de control de heladas por su fecha tardía de brotación. Posee una lenta entrada en producción en comparación a la almendra, y exige un buen manejo de la poscosecha para mantener los estándares de calidad que aseguran el acceso a buenos precios de mercado.
Así las cosas, la principal ventaja de los frutos secos es que no demandan mano de obra de forma significativa debido a la posibilidad de mecanización de las labores.
Fuente: Despachantes Argentinos