Nación limita por decreto las importaciones de crudo y combustibles
Nación limita por decreto las importaciones de crudo y combustibles

La balanza comercial energética acumula un superávit de U$S1.822 millones, pero hay señales de alerta.

Pese al buen resultado del primer trimestre, marzo registró una caída del 13% en las exportaciones, mientras que las importaciones dieron un salto significativo. Además, la baja en el precio del pertróleo anticipa un 2025 con balance positivo, pero inferior al del año anterior.

La balanza comercial energética volvió a mostrar un desempeño destacado en el primer trimestre del año, con un superávit acumulado de 1.822 millones de dólares. Este resultado, que triplica al alcanzado por el conjunto de la economía argentina en el mismo período, confirma la relevancia creciente del sector hidrocarburífero como generador de divisas. Sin embargo, en el cierre del período surgieron señales de alarma que se profundizaron en abril.

El dato trimestral positivo fue informado por la Secretaría de Energía en un comunicado donde se destacó la liberación del sector. «Esto es posible porque, con menos trabas al comercio exterior, el país exportó 753 millones en combustible y energía, mientras que importó 226 millones», subrayó la cartera nacional.

La cotización internacional del petróleo Brent mostró un retroceso significativo que amenaza con impactar de lleno en las exportaciones energéticas.

Pero la novedad llegó con algunas señales de alerta que podrían condicionar el indicador de cara a lo que resta del 2025. La preocupación se vincula a que marzo marcó el peor desempeño mensual en lo que va del año.

Las exportaciones del sector mostraron una caída interanual del 13,5%, impulsada tanto por una disminución de precios internacionales (-5,4%) como por una menor cantidad de volúmenes exportados (-8,9%).

Este comportamiento refleja una combinación de factores adversos que se teme podrían intensificarse en los próximos meses.

El barril de petróleo, en baja
La cotización internacional del petróleo Brent, referencia para el crudo argentino, mostró un retroceso significativo que amenaza con impactar de lleno en las exportaciones energéticas. De acuerdo con estimaciones de Economía & Energía, cada dólar de caída en el precio del barril implica una pérdida potencial de 100 millones de dólares para las exportaciones locales.

Bajo este escenario, Aleph Energy proyectó que un Brent en torno a los 60 dólares podría recortar en 1.500 millones de dólares el superávit estimado para 2025. Dentro del detalle de los productos exportados, se advierte que el crudo logró sostener un leve crecimiento del 3,5% interanual en marzo.

No obstante, el desempeño de otros derivados fue mucho más adverso. Las ventas externas de naftas cayeron un 51,7%, el propano licuado se desplomó un 60,3%, los butanos licuados bajaron un 38,5% y las exportaciones de gas natural retrocedieron un 34,1%.

Marzo tuvo un salto en las importaciones
En contraste con las ventas al exterior, las importaciones energéticas tuvieron un salto inesperado del 71,6% en marzo. Este incremento no respondió a un encarecimiento de los precios —que se mantuvieron estables—, sino exclusivamente a un mayor volumen importado.

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Las proyecciones para el cierre de 2025 son menos optimistas que las del año anterior.
En particular, se destacaron las compras de gasoil, producto que en el mismo mes de 2024 no había registrado importaciones, y que ahora sumó adquisiciones por 119 millones de dólares. También se observó un repunte en las compras de gasolinas, aunque en menor medida.

Estimaciones para la balanza comercial energética 2025
Las proyecciones para el cierre de 2025 son menos optimistas que las del año anterior. Según ABECEB, el superávit comercial energético podría reducirse a la mitad respecto a 2024, año en que alcanzó los 5.668 millones de dólares, el mejor saldo desde 2006.

La consultora prevé que el total de superávit comercial de Argentina pase de 18.899 millones en 2024 a cerca de 9.000 millones en 2025, en un contexto de moderada corrección cambiaria y mayor presión sobre las importaciones. En ese marcom, el fortalecimiento de la infraestructura de transporte desempeñará un rol fundamental.

Proyectos como Vaca Muerta Sur prometen incrementar todavía más las exportaciones de shale oil en los próximos años. No obstante, el contexto internacional plantea desafíos considerables. La OPEP recortó recientemente sus proyecciones de crecimiento de la demanda mundial de crudo para 2025 y 2026 en 100.000 barriles diarios, previendo una expansión de apenas el 1% anual.

A esto se suma la persistente guerra comercial entre China y Estados Unidos, que agrega incertidumbre a los mercados de energía y podría presionar aún más los precios internacionales de los hidrocarburos.

Fuente: Dinamicag