La asunción de Biden revitaliza la OMC: cómo impacta en Argentina.

La asunción de Biden revitaliza la OMC: cómo impacta en Argentina.
La asunción de Joe Biden abrió la expectativa de un regreso a la política multilateral por parte de los Estados Unidos, que permitirá revitalizar la Organización Mundial de Comercio ( OMC), entidad que Donald Trump se encargó de vaciar especialmente. Entre los analistas avizoran un escenario más favorable para la Argentina de cara al ingreso de los productos que hoy tienen dificultades para venderse en territorio norteamericano, pero también advierten por posibles sanciones por las trabas para acceder a los dólares en el mercado local.
Actualmente, la OMC quedó acéfala después de que el brasileño Roberto Azevedo renunciara a su presidencia. En la Cancillería no esperan mayores novedades en este frente hasta marzo, cuando se definiría si finalmente quedará por primera vez al frente de esa organización alguien de origen africano: la ex ministra de Finanzas nigeriana, Ngozi Okonjo-Iweala, a la que Trump se opuso. La elegida para la Secretaría de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, es la que tendrá en sus manos la decisión de revertir la postura del ex presidente Trump.
Lo cierto es que la política del predecesor de Biden, basada en el bilateralismo, consistió en dejar vacantes los tribunales del organismo en donde los EE.UU. tenían representantes, lo que derivó en una incapacidad de acción para dirimir las disputas comerciales entre países, que ahora podría retomar si Estados Unidos vuelve a impulsar su funcionamiento.
“Ahí hay una luz amarilla, porque la Argentina ya ha recibido reveses en la OMC por lo que en su momento eran las Declaraciones Juradas de Importaciones (DJAI), y ahora podrían avanzar denuncias por la demora en las Licencias no Automáticas o dificultades para acceder a los dólares”, planteó Marcelo Elizondo, de la consultora DNI, en diálogo con BAE Negocios.
Por su parte, Alejandro Mayoral, titular del departamento de Comercio y Negociaciones Internacionales de la Unión Industrial Argentina ( UIA) consideró que “se va a poder trabajar mejor. Vamos a volver a cosas más multilaterales, y menos unilaterales y agresivas, con una operatividad mucho más sensata, que eso a la Argentina le viene bien”.
Entre esos puntos, el mercado de biocombustibles, que hoy permanece cerrado por los elevadísimos aranceles impuestos por la administración de Trump, aparece como la prioridad número uno de los funcionarios del gobierno de Alberto Fernández, sobre todo porque llegó a representar USD1.300 millones por año en exportaciones.
De todas formas, Mayoral aclaró que “tampoco es que el mundo pre Trump era idílico” y que el cambio de gestión “no quiere decir que no siga habiendo ese tipo de decisiones”. “Hay lobbies que pueden impedir la entrada de productos argentinos”, aseguró.
El caso de los biocombustibles es emblemático porque, justamente, fueron los productores norteamericanos los que le solicitaron a su gobierno el cierre de las importaciones, con el argumento de que los derechos de exportación a la soja que aplica Argentina abarata el insumo y lo transforma en una suerte de subsidio.
“Se podría avanzar en una negociación para bajar el porcentaje de retaliación”, se esperanza Elizondo, en referencia a los aranceles de 70% que hoy dejan fuera de competencia al biocombustible criollo.
Otros productos con dificultades son por ejemplo los limones, que fueron autorizados a ingresar hace algunos años, aunque aún restan los pasos administrativos para aprobar los envíos desde las plantas locales. Tanto en este producto como en la carne, los productores lograron encontrar otros mercados, como China o Europa, para reemplazar la demanda estadounidense.
Sin embargo, la situación del biocombustible es más complicada, porque sólo el mundo “desarrollado” importa ese bien para mezclar con nafta o gasoil, por lo que hoy las plantas están con un porcentaje muy alto de capacidad ociosa.
Fuente: Bae