Erikson: “Argentina tiene muchas chances, pero hay trabajo duro para hacer para conquistar el mundo”.

Erikson: “Argentina tiene muchas chances, pero hay trabajo duro para hacer para conquistar el mundo”.
Durante la cuarta jornada del evento participaron Mariano Bosch de Adecoagro; Mark Lyons de Alltech; Antonio Aracre de Syngenta y Marcelo Elizondo.
Como todos los años, esta semana se llevó a cabo una nueva edición del evento Argentina visión 2040: Agroindustria, Bioeconomía y Alimentos. El eje fue “las marcas del y hacia el mundo”.
El encuentro a beneficio de la fundación Bisblick Talento Joven es organizado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, ADBlick Agro y Argensun, y reúne a personalidades del rubro empresarial y del ámbito académico.
En esta oportunidad, el tema central fue “Liderando la construcción del valor agregado”, motivo por el cual expusieron varios CEO, acompañados por Michal Erikson, experto internacional en la industria forestal de packaging y alimenticia, y Bernardo Piazzardi, consultor y profesor de la Universidad Austral.
Las claves para lograr una marca mundial exitosa
Con el plan en mente de inserción en el mundo, Erikson afirmó que “pospandemia, una de las prioridades que debería tener una marca mundial, es la sustentabilidad, producir con menos impacto climático y demostrarlo”.
A su vez, se debería tener una mayor flexibilidad, menor jerarquía y más diversidad. De esa manera, Argentina debe posicionar a las empresas de alimentos en el mundo mediante la innovación, la creación de confianza, la transparencia y el cuidado del medioambiente. Por último, aseguró que, si bien “el mundo es muy competitivo, Argentina tiene muchas chances. Es un gran país y le veo mucho potencial pero hay trabajo duro para hacer para conquistar el mundo”.
Trazabilidad, tecnología y equipo
Continuando con la idea planteada por Erikson, Piazzardi se explayó sobre cómo configurar la industria alimenticia pospandemia y con miras al 2040. “Si Argentina quiere ser un jugador importante en alimentos debería afinar la puntería en trazabilidad -poder conocer la historia de lo que llega al plato desde la semilla-; poder contarlo con certificaciones y también hacer foco en el manejo de datos, así como en integración de la cadena de valor que nutre a esa industria o sistema de alimentos”, aseguró el consultor y dejó en claro que estas cuestiones serán imprescindibles para la concepción del mercado a futuro.
El valor agregado
Uno de los principales errores recae en la monotonía, según Mark Lyons. El CEO de Alltech hizo alusión a la importancia de contar la historia propia, de hacer las cosas diferente y lograr dar ese valor agregado.
Argentina tiene muchos segmentos de producción sobresalientes como el de la carne pero, en su mayoría, carecen de esta historia que los convierte en únicos.
Por eso, afirma que es importante comenzar a trabajar desde ahora en estas cuestiones ya que “creemos que los próximos 30 años serán los más críticos en la historia de la agricultura y la alimentación. La agricultura tiene el máximo potencial para moldear el futuro de nuestro planeta de forma positiva. Creemos que el potencial está acá. Es ahora cuando realmente necesitamos hacer que las cosas sucedan.”
Marca país y desarrollo sustentable
Según Mariano Bosch, otra de las cuestiones imprescindibles para lograr una exitosa inserción en el mercado mundial es con una marca país y un desarrollo sustentable. En la industria de los alimentos y de las energías renovables es importante aplicar los conceptos de economía circular o bioeconomía, explicó, a la vez que añadió su visión sobre el país en este terreno: “Estamos bien posicionados para vender este tipo de productos o alimentos. Esa es la oportunidad que tenemos para llevar hacia el mundo. Y debemos hacer que nuestros productos reflejen los valores con los que son producidos: transparencia que genera confianza, eficiencia, innovación, sustentabilidad y trazabilidad).”
El futuro en números
Antonio Aracre afirma que, para salir de la crisis, Argentina necesita producir US$ 20.000 millones más cada año y, si bien esto es posible con la inserción en un mercado que permita el aumento de las exportaciones, igual de importante es lograr inversiones provenientes del exterior.
En línea con lo primero, explica que “Argentina dispone de actividades, recursos y ventajas comparativas para generar esa competitividad para salir de la retroalimentación del sistema inflacionario de manera recurrente a causa de la bimonetareidad”. Sin embargo, para referirse a lo segundo explicó que es necesario tener un marco previsible y una continuidad política que no se logra con un mismo partido político sino con acuerdos.
Capitalismo intelectual, redes de saber
El último orador del panel, Marcelo Elizondo, se refirió a la inserción competitiva en un mercado globalizado signado porun proceso de cambio que se acelera, con el desarrollo basado en el capitalismo intelectual.
“Hay una economía nueva en la que el saber es el principal motor porque más allá de los productos agropecuarios, el principal producto es el saber. Toda la ciencia que trabaja antes y después de la producción agropecuaria muestra que el principal motor no es el clima ni la tierra ni el dinero sino el aporte científico objetivizado.Hay tres grandes atributos para quienes produzcan en esta nueva economía basada en el saber: la innovación, la reputación y la arquitectura de vínculos”, explicó.
Por último, agregó que es imprescindible armar relaciones internacionales con prestigio, previsibilidad y confiabilidad que nos permitan consolidarnos como actores relevantes en un mundo donde la capacidad de adaptación debe estar a la orden del día.
Para finalizar el evento, José Demicheli, Director General de ADBlick Agro, propuso priorizar al país,»resignar algo de cada sector y construir con miras a un futuro próspero».
Fuente: El Economista