En el mundo de hoy más gente vive en países muy conectados entre sí y con una creciente diversidad en sus preferencias culturales, políticas y económicas.
Además se han acrecentado las opciones que tiene la gente de un país para vincularse con el resto del mundo. Se observa, entre otros planos, en el comercio exterior de bienes y servicios, en las inversiones productivas, en el acceso al conocimiento técnico, a la cultura, al turismo, a la formación profesional y al trabajo.
La diversidad de opciones para la inserción internacional, se acompaña de una incertidumbre sobre los potenciales efectos –incluso de largo plazo-, de hechos y situaciones que se originan en otros países, especialmente cuando por su ubicación geográfica y poder relativo, pueden generar impactos en otros países e incluso en el sistema internacional en general. Dos ejemplos actuales ilustran lo afirmado.
Uno es el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania. Tras casi dos meses de producida la invasión rusa, sigue siendo difícil pronosticar el desarrollo futuro del conflicto, ni menos aún su duración. Lo que sí está claro es que tiene implicancias que trascienden el plano militar y que penetran hondo en la política, la economía y el desarrollo social de los países involucrados Tiene, por lo demás, impactos notorios en la región europea y en la euroasiática, que se proyectan al plano global como es el caso, por ejemplo, del comercio mundial de los alimentos y el del medio ambiente.
Otro ejemplo es lo que se observa en el actual proceso electoral en Francia. Los resultados de las elecciones presidenciales de este 24 de abril pueden tener impactos incluso serios, por ejemplo en el desarrollo y funcionamiento de la Unión Europea. Y sobre todo impactos en los procesos políticos internos de otros países, especialmente europeos.
En ambos casos lo que se observa tiene raíces profundas que trascienden a la actual coyuntura internacional.
Dos libros recientes son útiles para el necesario ejercicio de entender esto dos procesos contemporáneos. Uno (en inglés) ayuda a entender las raíces más profundas de la actual crisis de Ucrania especialmente en la perspectiva de la región europea. Se titula“Blood and Ruins. The Last Imperial War (19311945)”, de Richard Overy (Penguin 2021). El otro (en francés) ayuda a entender los cambios que se han producido en las últimos años en Francia, en parte como consecuencia de las migraciones, pero sobre todo de la fragmentación que resulta de las múltiples líneas de ruptura que en se han producido en el plano educativo, geográfico, social, generacional ideológico y etnocultural, generando islas e islotes más o menos extendidos.. El título es “L´Archipel Francais. Naissance d´une nation multiple et divisée”, de Jérome Fourquet (Seuil 2019).
Los cambios que se pueden observar hoy en los múltiples planos de las relaciones internacionales, tanto globales como regionales, acrecientan la necesidad de procurar una lectura inteligente de los efectos que tendrían en la perspectiva tanto de un país como de su región geográfica. Ellos pueden ser profundos para la Argentina y el espacio geográfico sudamericano.
Es una razón más para sumar esfuerzos con nuestros vecinos con el fin de desarrollar una lectura compartida de la realidad internacional, que sea inteligente pero que esté orientada a la acción.
Por Félix Peña
Fuente: La Nación