Las cámaras de importadores y exportadores están en una situación de wait and see, o esperar y mirar, con respecto a las nuevas medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, que se refirió al comercio exterior en los puntos 8 y 9 de su esperado anuncio sobre las próximas medidas económicas. Los actores de los sectores importador y exportador concuerdan con el diagnóstico del funcionario, pero son cautos a la hora de las definiciones, ya que faltan precisiones.
En primer lugar, Caputo anunció el aumento provisorio del impuesto país a las importaciones y a las retenciones de las exportaciones no agropecuarias. Aseguró que, con el dólar oficial a $800, se benefician los exportadores con mejor precio. También hizo referencia a que con los derechos de exportación para todos, se equipara la carga fiscal para todos los sectores, dejando de discriminar al sector agropecuario. En este punto, referentes del sector exportador expresaron su preocupación por las consecuencias de esta medida sobre algunas de las economías regionales, que lograron una quita de retenciones y hoy están castigadas en cuanto a su rentabilidad.
Para los importadores, el impuesto PAIS, establecido por Alberto Fernández, es del 7,5% al momento de nacionalizar la carga. Según pudo saber LA NACION, subiría a 17,5% (para bienes y servicios), que lleva el dólar importador a $940. El sector de los medicamentos está exento.
Desde la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Fernando Landa, su presidente, dijo que falta ver el detalle de las medidas y añadió: “Caputo habló de los derechos de exportación aplicados a bienes no agropecuarios. Pero estas exportaciones, las industriales, llevan una caída de más de 10 años. Hay que analizar el impacto que puede provocar en las ventas externas este anuncio”.
Por otro lado, Landa dijo que no se sabe de cuánto será la retención, por lo que es difícil en este punto evaluar el impacto. Y advirtió también sobre el aumento que se viene para los insumos importados.
Caputo, luego, habló de la eliminación a los derechos de exportación una vez finalizada la emergencia.
En cuanto al Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), tan cuestionado como discrecional, según algunos empresarios, se reemplaza por un sistema de estadística y de información de importaciones que no requiere de la aprobación previa de licencias. “Se termina la discrecionalidad y se garantiza la transparencia del proceso de aprobación de las importaciones. Es decir, el que quiera importar, podrá hacerlo y punto”, afirmó el ministro de Economía.
En este punto, no se hizo referencia a las Sirase, mediante las cuales se pagan los servicios, y que han generado un entramado complejo a la hora de pagar los fletes, con el consecuente peligro de que las navieras se nieguen a llegar a la Argentina. En diálogo con LA NACION, un importador dijo que “hubo una mala interpretación del gobierno anterior en cuanto a que se pagaron los fletes en circuitos informales a pesar de las trabas de las Sirase, pero esto no es así”. Agrega que “no nos agarra por sorpresa que el dólar esté en US$800?.
“El tema es ver cómo lograr que crezca el sector externo sin medidas que lo compliquen”, agrega el presidente de CERA.
Desde la Cámara Argentina de Importadores (CIRA), al frente de la cual está Fernando Furci, también están esperando el detalle de las medidas para analizarlas en profundidad. Hablan de “medidas necesarias, aunque a nadie el gusten. Hay que esperar la letra chica y ver cómo se implementan”. Agregan que creen que el tema de las Siras incluirá también a las Sirase.
Paula Urien