Pese a la derrota parlamentaria de la semana pasada, el gobierno británico reiteró que el Reino Unido abandonará el mercado único y la unión aduanera una vez que haya dejado la Unión Europea (UE) tras el Brexit.
El Gobierno británico ha anunciado que tiene la intención de completar la salida definitiva de Reino Unido de la Unión Europea en marzo de 2019 y que no participará del mercado único ni de la unión aduanera.
Así lo hicieron saber, conjuntamente, dos ministros del Gobierno de Theresa May: Philip Hammond, de Finanzas y Liam Fox, de Comercio, que representan respectivamente, las dos líneas enfrentadas en el seno del Partido Conservador, con relación a cómo irse de la Unión Europea. El primero representa el sector para el que el Brexit debería coronarse con un proceso de separación “ordenada” que amortigüe los riesgos económico-financieros y el segundo, representa al ala de los euroescépticos más radicalizada, que buscan una ruptura total lo antes posible.
Ambos ministros escribieron un artículo conjunto para el diario ‘The Telegraph’, intentando dar una señal de unidad y recomponerse del duro golpe del miércoles pasado cuando la Cámara de los Lores (Senado) rechazó los planteos del Gobierno e impuso que se busque una solución en la dirección de una unión aduanera tras la concreción del Brexit.
En su artículo, ambos ministros sostuvieron que Reino Unido tendrá un estatus de “tercer país”, no parte de la UE, durante el proceso de transición del Brexit y que dicho proceso, incluso “será limitado en el tiempo”, tal como reclamaban los “halcones” del Partido y los ultranacionalistas norirlandeses. Y explicaron que fue diseñado simplemente para “evitar bordear el abismo”, pero que “en modo alguno representará un intento de permanecer indefinidamente en la Unión Europea».
Una fuente de Downing Street, según la BBC, dijo que la posición del gobierno no cambiará pese al revés parlamentario que sufrió la semana pasada el gobierno de la primera ministra Theresa May, cuando los Lores votaron a favor de permanecer en la unión aduanera tras la salida del bloque comunitario, lo que encendió todas las alarmas en el ala dura del gobierno británico: “La posición sigue siendo muy clara: no creemos que permanecer en una unión aduanera sea lo correcto y no es política del gobierno hacerlo”.
Jeremy Hunt, el ministro de Salud, se unió a sus colegas declarando a la BBC que “la posición de Theresa May al respecto ha sido muy, muy clara. Dijo que no vamos a formar parte de la unión aduanera ni de ninguna unión aduanera. Esa posición no ha cambiado y Downing Street lo ha dejado claro”.
Se abre ahora una incógnita. Tras la votación de los Lores, circuló entre los parlamentarios una suerte de espíritu conspirativo de los que quieren volver a derrotar a May, políticamente muy desgastada y quienes buscaban “traidores” como en una tragedia de Shakespeare.
La Cámara de los Comunes tendrá esta semana la oportunidad de debatir la propuesta y mostrar dónde está efectivamente el Partido Conservador. Si bien el debate no será vinculante una nueva derrota pondría una presión insoportable sobre el gobierno, que ve acrecentarse peligrosamente la campaña en las calles a favor de un nuevo referéndum para terminar con el Brexit, alentada por las “trampas” reconocidas por la empresa informática canadiense manipulando las elecciones a favor de los grupos que buscaban irse de Europa.
La preocupación del gobierno de May quedó de manifiesto cuando al artículo de dos ministros, se tuvieron que agregar las declaraciones de un tercer miembro del gabinete y luego, un trascendido desde Downing Street, reafirmando nuevamente su posición.
Según el diario londinense Times, esto se debe a que parte del equipo de negociación estaría sopesando las ventajas de mantenerse dentro de la unión aduanera, para poder resolver la “cuadratura del círculo” que constituye el problema de la frontera dura con Irlanda tras el Brexit. Y que Bruselas ya ha dicho que no tiene otra solución si el Reino Unido rompe definitivamente todos los lazos.
Si el Reino Unido sigue siendo parte de la unión aduanera, no podrá cerrar acuerdos comerciales con países de todo el mundo, algo que el gobierno pretende hacer apenas abandone la Unión Europea. Pero una “frontera dura” recrea el viejo problema de las dos “Irlandas” que costó años de tragedia.
El grupo de ministros impulsores de la salida dura, como David Davis (Brexit); Liam Fox (Comercio); y Boris Johnson (Exteriores), presionan a la primera ministra para que descarte cualquier plan o forma soft de permanencia, mientras en su Partido crecen los temores de una catástrofe electoral si se continúa por el actual camino.
Fuente: Marco Trade The Telegraph – BBC – Redacción Marco