Se dispara el precio de la soja, el trigo y la energía: cómo es el nuevo escenario para Argentina.

Se dispara el precio de la soja, el trigo y la energía: cómo es el nuevo escenario para Argentina.
Las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, en Ucrania han sido reconocidas en los últimos días por el presidente de Rusia, Vladimir Putin como republicas soberanas. De tal suerte que los soviéticos decidieron invadir el país llevando la tensión política mundial al borde de una escalada bélica mucho mayor. En este contexto, los precios de granos y energía se disparan, anticipando diversos impactos para la Argentina.
La guerra en la región Mar Negro, entre Ucrania y Rusia, trae al análisis sobre el mercado de granos por ser ambas naciones importantes jugadores de cereales y oleaginosas.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Rusia es el principal abastecedor mundial de trigo y, según las proyecciones para la nueva campaña, Ucrania se posicionaría como tercero, superando así a Estados Unidos por primera vez en su historia.
Por otra parte, el Mar Negro es el epicentro del mercado mundial de girasol, ya que representa el 60% y el 80% del comercio mundial para la oleaginosa y de aceite, respectivamente. Ucrania es el mayor exportador de aceite de girasol del mundo. Ucrania y Rusia son el segundo y tercer mayor exportador de cebada del mundo.
La guerra complica la lógistica de las commodities
El hecho cierto de que el conflicto ya se desató cambia el escenario de la logística para los puertos de Odessa, Yuzhnyi, Mariupol y Nicolaiev de Ucrania y que dan sobre el Mar Negro, rodeando la península de Crimea, ya anexada por Rusia en el 2014. Dichos puertos son salida de la producción de Moldavia y Rumania. Los soviéticos han dispuesto la paralización de la navegación en el Mar de Azov.
Desde allí, frente a Turquía y con salida al mundo por ese país coloca la importancia del enclave geopolítico; no sólo es encrucijada histórica y cultural de las civilizaciones Este – Oeste; es una llave comercial amén del carácter productivo de la región quedando virtualmente paralizada.
Más de 138 M de toneladas de cargas se despacharon desde los puertos de Ucrania en el año 2020.
El trigo ya tiene muy buenos valores, sumando que su producción cayó en varios países productores. Las sanciones comerciales cambian los planes de suministro beneficiando a países productores/exportadores como Argentina. La restricción de oferta, también entra en juego.
La demanda de trigo de Rusia y Ucrania tienen lugar en la cercana Turquía, Egipto, Argelia, Nigeria e Indonesia como más destacados, y generalizando en África y el sudeste asiático. Todas naciones con relación comercial con nuestro país.
La Bolsa de Comercio de Rosario cita que Australia aparece como un potente proveedor, pero: «Quedan países con equilibrios sociales frágiles, como el Líbano y Yemen, que dependen del trigo ucraniano, y puede ser un foco de desestabilización en el mundo árabe».
Se disparan los precios de granos y energía
El mercado internacional de soja, trigo y maíz reaccionó con una fuerte suba de precios. Como sucede en estos casos, el conflicto bélico empuja en alza al precio de la energía. Tras la invasion, el petróleo Brent, que marca referencia en los mercados internacionales, llegó a u$s123, valor que no alcanzaba en 14 años. Los contratos de futuros y el precio del gas natural también se están encareciendo. Rusia es el segundo entre los mayores productores mundiales y el principal proveedor para Europa occidental.
Dicho contexto es adverso para Argentina, que es importador de energía. El déficit energético del año 2021 fue de u$s628 M, y se estima que podría crecer actualmente.
En la Secretaría de Energía también habían estimado un crecimiento del costo en dólares de la importación de gas. Con menos compras a Bolivia, el Gobierno proyectaba que el precio del millón de BTU 2022 sería de u$s 23,72.-, un valor que podría crecer ahora. Una suba en los precios internacionales traerá mayor salida de dólares y presión sobre las reservas del Banco Central.
El encarecimiento de la energía tiene un impacto en la dinámica local, al ensancharse la brecha entre el costo y lo que pagan los usuarios en sus facturas, con un consecuente crecimiento en los subsidios.
Fuente: IProfesional