La situación del comercio internacional es “desesperante”. Los ejes del encuentro de hace unos días entre unas 20 cámaras empresariales en el Centro de Despachantes de Aduana fueron las restricciones para el pago de fletes internacionales en la Argentina y la “extrema preocupación” porque desde hace una semana las SIRA para importación de bienes de capital están saliendo a 365 días.
De la reunión participaron, entre otras, las cámaras de exportadores, de importadores, de las navieras, la Came, la de agentes de carga internacionales, de industriales, de transporte y la Fecacera (representa a las de exportadores de todo el país).
Los empresarios debatieron la posición pública a tomar. Para comenzar pedirán una reunión con Guillermo Michel, titular de la Aduana. “Entiende el tema, conoce cómo funciona la cadena”, razonó ante LA NACION uno de los asistentes. En general cada entidad ya viene planteando por nota sus reclamos a Economía.
El primer pedido será que se de “marcha atrás” con la Comunicación A7771 del Banco Central del 18 de mayo pasado. La norma estableció que las empresas no podrán acceder inmediatamente al mercado de cambios para pagar los fletes, sino que están obligadas a contar con una declaración aprobada por el Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (Sirase) para realizar pagos al exterior por dicho servicio.
Al instrumentarse la Sirase la documentación debe ser revisada por la Secretaría de Comercio; por lo que “pasó del BCRA a Economía y ya sabemos que hay una puja de poderes en ese ámbito”.
También le insistirán en que las SIRA salgan en los plazos “que deben salir, no a los 365 días”. Los despachantes de aduana explicaron que hace una semana empezaron a notar que las SIRA para importar bienes de capital que, por posiciones arancelarias, también incluyen insumos, “empezaron a salir a más plazo, a 365 días”.
En el debate hubo distintos enfoques que pueden resumirse en el de los más “combativos” que apuntan a la necesidad de que haya un “sinceramiento de las variables macroeconómicas”, entre las que, por supuesto, está una devaluación. Los más “moderados” impulsaron propuestas que, entienden, permitirán “aliviar” la situación dentro del contexto en el que se mueve el Gobierno: “No hay reservas y no quiere devaluar, esa es la verdad. Vamos por lo ‘aplicable, lo posible’ que es que las SIRASE salgan en una semana y las SIRA en 90 días. No nos gustan, pero es lo que hay que proponer”.
Los empresarios subrayan que el hecho de que las SIRA para bienes de capital salgan a 365 días “no estaba avalado por ninguna normativa; el alargamiento de los plazos lo detectaron los despachantes de aduana”. Plantean que existe “mercadería que no se puede retirar, traba líneas de producción; hace mucho daño y a las Pymes las destroza”.
Fuente: La Nación