Por las recientes medidas de restricción cambiaria adoptadas por medio de la Com. «A» 7746 del Banco Central (BCRA), los operadores de la cadena logística del comercio exterior, se han visto impedidos de operar normalmente en el mercado de cambios, a los efectos de cumplir con el pago y posterior remesa de los fletes percibidos en esta plaza a sus beneficiarios en el extranjero.
El esquema contempla el cobro de fletes en pesos, para que recién luego de cumplidos 90 días, se puedan adquirir las divisas suficientes para efectuar las remesas correspondientes a dichos pagos.
Si con esto no alcanzara, una aclaración de la entidad bancaria pedida por los usuarios del sistema complicó aún más el panorama. En virtud de la misma, ahora el BCRA también exige como requisito previo a la remesa de los servicios de fletes S02, y con impacto para empresas vinculadas y no vinculadas, que se debe contar con SIRASE en estado aprobada.
Dicha medida sorprendió a todo el sector porque desde el propio BCRA, en fecha 5 de mayo de 2023, se había emitido un comunicado aclarando expresamente que «la normativa vigente no contempla la presentación de una SIRASE en estado aprobada como requisito para el acceso al mercado de cambios para realizar pagos por los conceptos «So2. Servicios de fletes» y «S03. Servicios de transporte de pasajeros».
Estas condiciones, resultan de imposible cumplimiento, ya que ninguna de las empresas argentinas que integran la cadena del comercio exterior, pueden absorber el riesgo de pérdida de poder adquisitivo durante dicho plazo, atento el reinante contexto de inestabilidad cambiaria y desmedida inflación que castiga a la economía argentina.
Frente a este panorama, varias navieras informaron que todas las facturas de los envíos a la Argentina deberán ser abonadas en origen.
La primera en anunciar la medida fue Maersk, quien ya percibe los servicios en el exterior desde el 15 de mayo. La decisión fue seguida casi de inmediato por Happag Loyd, SEaland, Hamburg Sud (Grupo Maersk), y Hyundai Merchant Marine (HMM). En cuanto a Mediterranean Shipping Company y COSCO, si bien no lo oficializaron públicamente, ya avisaron que tomarán idéntica decisión.
«Alertamos nuevamente de la probable toma de decisión por parte de varias empresas navieras, de optar por saltearse a los puertos argentinos como escala en sus itinerarios, reduciéndose así la capacidad de bodega disponible, encareciendo aún más los costos de nuestro comercio exterior, lo que favorece el desabastecimiento y pone en riesgo a las cadenas de producción», señalaron en una misiva dirigida a las principales autoridades del equipo económico desde el Centro de Navegación.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) destacaron que «a corto plazo, esto impacta de forma directa en la operatoria comercial, sobre todo de las PyMEs que no tienen infraestructura ni capacidad financiera para pagar en origen sus fletes, lo que dificultará la operatoria de abastecimiento del mercado interno y de forma indirecta a las empresas de cualquier tamaño que pudieran proveerse de las mismas. A mediano plazo, las cadenas logísticas pueden quebrarse, con la dificultad de interrumpir flujos comerciales desde y hacia nuestro país, que generan pérdida de competitividad de nuestra oferta exportable y mayores costos de abastecimiento».
Asimismo, desde la UIA resaltaron que «la continua degradación de las condiciones operativas, de puertos, infraestructura, demoras, eventos laborales, costos burocráticos, han elevado significativamente los costos logísticos y los plazos de operación para la carga desde y hacia Argentina. A esto ahora debe agregarse la falta de capacidad de negociación de otros términos de intercambio y la inminente disminución de la frecuencia y conectividad de nuestro país con otros mercados».
Fuente: El Cronista