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Cómo funciona la aduana de Japón, una de las mejores del mundo

Japón es el quinto mayor exportador mundial, y según el Índice de Desempeño Logístico (IDL) que elabora el Banco Mundial, es la cuarta mejor aduana del mundo detrás de Alemania, Suecia y Bélgica.

El IDL es un indicador que mide tiempos en importación, exportación, facilitación, infraestructura y posibilidad de seguimiento de envíos entre otros puntos.

La aduana de Japón opera en un 99% de sus declaraciones con ventanilla única electrónica como la totalidad de las aduanas de los países más desarrollados. Además, no exige el pago de tasas por la declaración de importación.

Japón posee un fuerte régimen de operadores económicos autorizados que pueden presentar sus declaraciones de importación y exportación en cualquier oficina de aduanas, en lugar de aquella en la que están almacenadas las mercaderías siendo el objetivo de esta flexibilidad aumentar la eficiencia y reducir los costos.

Tienen 701 operadores económicos autorizados y estos abarcan más del 50% del total de las exportaciones del país, que además utiliza los acuerdos de reconocimiento mutuo (ARM) como un mecanismo para facilitar las exportaciones a los demás mercados. Tienen firmados dos ARM con China y con Australia, dos de sus principales socios comerciales.

Una aduana pro-exportación

Japón aplica reducciones en los impuestos de importación con el fin de desarrollar determinados sectores nacionales y promover el comercio.

Los impuestos aduaneros significan el 1,7% de la recaudación total japonesa por lo que no tienen gran importancia como fuente ingresos públicos. Existe una Ley de Medidas Arancelarias Temporales que permite la exención o reducción de impuestos cuando tales insumos sean utilizados para la fabricación de productos.

La Ley de Aduanas establece que no hay tasas para las declaraciones de exportación y tampoco se aplican impuestos o cargas en las exportaciones.

Es muy interesante el sistema de zonas bajo control aduanero de Japón, en donde se permite el almacenamiento y exposición de mercancías, aunque lo más importante es que se puede fabricar mercaderías previas a la importación.

Estas zonas son de distintos tipos:

  1. Zonas bajo control aduaneros: para almacenamiento temporal de hasta 1 mes. Son 89 en todo el país y semejantes de los depósitos fiscales de nuestro país.
  2. Depósitos Aduaneros: son los más numerosos (más de 4700) y tienen un plazo de almacenamiento de 2 años prorrogables por el mismo plazo. Se asemejan a los depósitos fiscales particulares de Argentina.
  3. Fábricas bajo control aduanero: permiten la transformación y fabricación utilizando mercaderías extranjeras. Existen 250 en la actualidad y tienen un plazo de 2 años prorrogables. El Código Aduanero del Mercosur preveía depósitos de estas características.
  4. Zonas de control aduanero integradas: permite tanto la fabricación como el almacenamiento y la exposición (hay sólo 4 en todo el país) .

Desarrollo industrial

Además de las anteriormente citadas, existen zonas de desarrollo industrial que buscan el desarrollo de la zona de Okinawa, en donde se ofrecen beneficios como una deducción del 40% del impuesto a las Ganancias por 10 años, una bonificación fiscal de las inversiones y un sistema de amortización especial.

En esta zona, las fábricas bajo control aduanero poseen un sistema especial de derechos de aduana y garantías menores al resto del país.

Cuando se estudian esas zonas especiales, es imposible no imaginar zonas similares o fábricas bajo control aduanero en las provincias menos desarrolladas de nuestro país en donde pudieran procesarse insumos importados. Para ser más específicos: una zona o fábricas en Formosa para procesar la soja de Paraguay y Bolivia, y desde donde se exportaría tanto el aceite como pellets de soja, generando exportaciones y empleo.

Cuando se analiza a los mejores muchas veces se critica que no podemos “copiar y pegar” sistemas extranjeros porque no funcionan con nuestra idiosincrasia.

Pero para mejorar es necesario saber qué está haciendo el mundo y cómo lo hacen aquellos países que lograron un nivel de desarrollo mayor que el nuestro. En ese marco, lo que muestra la aduana japonesa y sus normas de comercio internacional es muy interesante.