Colombia suspendió a partir del jueves (09.04.2020) los aranceles a las importaciones de maíz, sorgo y soja hasta el 30 de junio para reducir los costos de producción en el sector agropecuario, en medio de la crisis por la pandemia del coronavirus.
El Ministerio de Agricultura anunció que dejó abierta la posibilidad de prorrogar la medida por tres meses más. Los cereales a los que se les suspendió el pago de aranceles son utilizados para elaborar alimentos para animales y son importados debido a una producción local insuficiente.
La pandemia de coronavirus alteró las cadenas de suministro de alimentos en todo el mundo, debido a que las medidas de seguridad estancaron los envíos, aumentaron los costos y retrasaron las cosechas.
El Ministerio de Agricultura explicó que los alimentos balanceados para animales pesan hasta un 60% dentro de los costos de producción de pollo, huevo y cerdo y su valor se ha incrementado debido al incremento de la tasa de cambio, que se ha depreciado un 27% anual.
“Por ello, hemos puesto en marcha esta medida con la cual contribuiremos al control de los costos de producción, lo que en últimas tiene efectos en el precio al consumidor”, dijo el ministro de Argricultura, Rodolfo Zea, en un comunicado.
Colombia importa maíz principalmente de Estados Unidos y en menor medida de Argentina y Brasil.
La medida de suspender los aranceles reduce el costo de las importaciones de los principales proveedores como Brasil y Argentina, un golpe potencial para los exportadores estadounidenses que han disfrutado de un menor arancel de importación al mercado colombiano desde que entró en vigencia un Tratado de Libre Comercio en 2012.
Desde entonces, Colombia ha crecido hasta convertirse en el tercer mayor importador de alimentos para animales de maíz y soja de Estados Unidos.
Los exportadores estadounidenses dijeron que la suspensión de los aranceles ha puesto los precios de sus granos a la par de los sudamericanos, el último golpe para los agricultores y transportistas en la principal nación exportadora de cultivos.
“Definitivamente, esto no es bueno para nosotros”, dijo un exportador estadounidense, que declinó ser nombrado porque no está autorizado para hablar con los medios. “El primer impacto será en la harina de soja. Si la extienden, podríamos ver que el maíz también se daña porque la cosecha de América del Sur entra en juego”.
Fuente: Aduana News