Cae la deforestación en Brasil: ¿puede ser un paso clave para el Acuerdo Mercosur-UE?

Desde el país vecino aseguran que los resultados «serán muy importantes» para concretar el convenio, por el cual espera el gobierno uruguayo.

La reciente caída de la deforestación en Brasil puede ser clave para que se concrete el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), una situación que el gobierno uruguayo sigue de cerca y por la que el propio presidente Luis Lacalle Pou advirtió en varias oportunidades.

El dato positivo fue informado por la ministra de Medio Ambiente del país vecino, Marina Silva, quien sostuvo que los resultados sobre la caída del 22,3% en la deforestación en la Amazonía en el último año “serán muy importantes, incluso para la finalización del acuerdo», que lleva más de dos décadas de negociaciones.

Silva sostuvo que hasta el pasado 1 de enero Brasil estaba «en la lona» por los muchos «reclamos internacionales» respecto a la laxa agenda ambiental del exmandatario Jair Bolsonaro y manifestó que “el mundo sabe del esfuerzo que está siendo hecho», en referencia a la política de combate a la tala ilegal.

Vale recordar que entre el 6 y el 7 de diciembre se celebrará la última cumbre del año entre el Mercosur y la UE, ocasión en que la presidencia rotativa del bloque pasará a Paraguay, cuyo gobierno no está dispuesto a impulsar las negociaciones.

Las exigencias ambientales de la UE, una traba para el acuerdo

En medio de la expectativa por el cierre del acuerdo, recientemente autoridades brasileñas sostuvieron que la nueva legislación promulgada por la Unión Europea para prohibir la importación de productos vinculados a la deforestación complica las negociaciones, ya que afecta a productores de soja, carne vacuna, café madera, entre otros productos, algo que generó preocupación en el mundo agropecuario.

«No debemos permitir que esta legislación perturbe el acuerdo comercial entre Mercosur y los 27 países de la Unión Europea», sostuvo el vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, mientras la secretaria de Comercio Exterior brasileña, Tatiana Prazeres, se refirió al impacto comercial y planteó: «No se puede ofrecer con una mano lo que se quita con la otra»:

Sobre este punto, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca uruguayo, Fernando Mattos, alertó que estas exigencias representan “barreras al comercio”, al precisar que la acción contra el cambio climático “coloca restricciones ambientales a las exportaciones de alimentos, lo que apunta hacia políticas proteccionistas que perjudican a los países productores de alimentos”.

En esa línea, Mattos indicó que “el problema del calentamiento global no puede ser atribuido a la ganadería, sino al consumo y a la actividad humana en general”.

Fuente: Ambito