Argentina: El mapa exportador muestra un potencial poco aprovechado en las provincias.

Las 23 provincias y CABA tienen potencial exportador; las operaciones son heterogéneas y la región pampeana concentra en promedio el 74% de las ventas afuera con el sector agropecuario como motor. Le sigue la Patagonia con 12,5% de la mano de los hidrocarburos y después se enlistan el noroeste (5,5%), Cuyo (4,5%), extranjero y plataforma continental (1,5%) y noreste (1,4%). Los Estados subnacionales no pueden resolver las restricciones macroeconómicas que condicionan la salida al mundo, aunque sí pueden presionar para resolver problemas y promocionar algunos sectores.

Cada provincia, con su propio conjunto de recursos y ventajas competitivas, desempeña un papel crucial en la economía nacional al exportar productos que van desde commodities y alimentos hasta bienes manufacturados y tecnología. Un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) repasa que en la región Centro o pampeana, Santa Fe es responsable de prácticamente la totalidad de las exportaciones de harina de soja (en lo que va de este 2023 por primera vez Brasil desplazó a la Argentina como primer exportador global de este producto en 26 años), mientras que Córdoba es líder en maíz y maní; Entre Ríos, arroz.

Mendoza explica la mayor parte de las exportaciones de vino; San Juan y Santa Cruz, oro; Misiones, las de yerba mate; Buenos Aires, autos; La Rioja, aceitunas; Río Negro peras y manzanas; Tucumán, limón o Chubut, Neuquén y Tierra del Fuego, petróleo crudo. “El peso de las economías regionales en el comercio exterior argentino es enorme”, describe el reporte.

Reseña que, con un “crecimiento formidable de las inversiones y la producción”, el carbonato de litio tiene ahora un “rol protagónico” en las exportaciones de Jujuy y Catamarca, situación que se extenderá a Salta. Por supuesto, también apunta el rol “preponderante” de Vaca Muerta en la producción de hidrocarburos que potencia las exportaciones de Neuquén, que se multiplicaron casi por cuatro el 2022.

“El alentador panorama de la energía para los próximos años se explica fundamentalmente por el potencial y las inversiones en este yacimiento. Sin embargo, la cuenca del golfo San Jorge sigue siendo una cuenca prolífica para la producción de petróleo y gas a nivel nacional, lo que explica el peso de Chubut en las exportaciones del petróleo argentino”, sintetiza.

Jorge Day, economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, plantea que “unas menos y otras más” pero “todas” las provincias tienen exportaciones lo que, incluso, les permite “mejorar” ingresos. Advierte que a los gobernadores los “exceden” los problemas de la macro, pero enfatiza que sí se tienen que “preocupar y ocupar” por los servicios que deben recibir los exportadores.

“Puede que no necesariamente tengan que prestarlos, pero sí presionar para que se ejecute la infraestructura, para que se avance en las condiciones necesarias. Lo que sí, no deben generar más costos para los privados”, apunta y grafica con que, a veces, las Provincias “se concentran en ayudar a los más vulnerables, pueden hacerlo pero no para mantener el estatus quo sino para exportar más”. Menciona que está subaprovechado el potencial exportador, por caso, de los vinos y de la minería.

Desde la BCR, el economista Guido D’Angelo coincide en que hay algunas jurisdicciones donde hay subutilización de las potencialidades exportadoras aunque aclara que no se puede minimizar el “contexto macro y las distorsiones del mercado cambiario que limitan inserción internacional”. Plantea que hay “muchas oportunidades” en sectores que hacen “progresivamente su aporte; generan dinamismo, empleo, arraigo. Hay diferentes maneras de integrarse; todo forma la canasta exportadora, no es una cosa u otra”.

A su entender, el trabajo de las provincias en infraestructura y logística es “crucial” para facilitar la llegada a los puertos: “No hay que poner la falsa antinomia, camión y tren son complementarios. Además, los gobiernos deben avanzar en planes de fomento, desgravación que abran posibilidades de inversión”.

Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Pablo Vernengo, subraya que las economías regionales son complicadas de promocionar sin medias de ordenamiento macro a la vez que rescata el rol de “demandante de empleo”. Distingue que los productores no son en general los exportadores, sino que en muchos sectores hay una “alta concentración” de empresas que “manejan la crema del negocio, que es la comercialización”.

“Hay diferentes niveles de integración de cadenas -precisa-. En la yerba hay unos 12.000 productores y cinco molinos, en cambio en la avícola hay más integración, más pareja. El problema es grande cuando los comercializadores trasladan el riesgo a los productores”.

Estrategias
Las diferentes provincias y CABA despliegan estrategias propias para ganar mercados externos y, en algunos casos, también para diversificar su matriz de ventas al mundo. LA NACION eligió a representantes de jurisdicciones en diferentes puntos del país para detectar qué hacen para cumplir con su objetivo. Todos coincidieron en que llevan adelante las políticas que pueden instrumentar pero que no pueden cambiar el contexto macroeconómico que condiciona la performance.

El gobernador santafesino Omar Perotti explica que en su gestión buscaron “recuperar mercados, sumar sectores y ayudar a las Pymes a salir al mundo. Menciona que en destinos como Vietnam y China el rol del Estado “abriendo puertas” es “muy importante”. La Provincia aprovechó la pandemia del Covid-19 para capacitar en el uso de plataformas: “No era habitual y hoy ocupan un lugar importante; hay empresas que llegaron a Israel, a Singapur, a Vietnam que hoy es uno de nuestros cinco principales destinos; también al norte de África. Fuimos a lugares no tradicionales con productos no tradicionales”.

Perotti acentúa que se consolidó un hub de biotecnología: “Visibilizamos al sector y se incorporó a los tradicionalmente fuertes de la provincia como es la agroindustria; es clave agregar valor. También creció el turismo; hay 800 empresas de 100 localidades llegando al mundo; en el 2022 la provincia marcó récord de exportaciones con US$19.000 millones”. También destaca el trabajo realizado en el marco de la Región Centro (junto en Córdoba y Entre Ríos), que permite “escalar, mejorar eficiencia”.

El ministro de la Producción de Jujuy, Juan Carlos Robles, sostiene que en los últimos cuatro años se concentraron en un “cambio de la matriz productiva” provincial, históricamente exportadora de tabaco, azúcar y -cuando estaban los Altos Hornos Zapla- minería. Insiste en que la necesidad era “generar alto valor agregado” y apostaron por sostener iniciativas con “endeudamiento propio”; ahí encuadra las iniciativas en energía solar (con el parque Cauchari, que ahora se amplía en 200 megas), el litio, el cannabis y el turismo.

“Hay otras producciones menores que también están en desarrollo y con potencial -añade-, como la fibra de vicuña, los productos exóticos de la zona de la yunga, como la pitaya o ‘dragon food’, la palta. Damos impulso desde el Estado para que el sector privado arranque y se genere el círculo virtuoso”. Jujuy también avanza en la concreción de dos zonas francas que considera “cruciales” para exportar más.

Ariel Lucero, ministro de Producción de San Juan, señala que la provincia generó “cambios” en los últimos años en sus exportaciones; en el 2022 envió al mundo US$ 1.162 millones, con el sector minero como líder (75% del total; primer productor y exportador de cales y segundo de oro), aunque con “diversificación de sus productos agrícolas, agroindustriales, e industriales”. En el distrito se construye la única mina de cobre del país, que empezaría a producir en 2027 e “impulsaría a convertirnos en la cuarta o quinta exportadora del país”.

Se trata del proyecto Josemaría de U$S 4.100 millones con 4.000 puestos de trabajo en la etapa de construcción; sumada Los Azules (Mc Ewen Copper), El Pachón (Glencore), Hualilán (Golden Mining), y otros, “unos US$20.000 millones” serán invertidos en una década, acota Lucero.

La industria vitivinícola (vino, pasas y mosto concentrado) es el segundo sector exportador (10,4%); es de mano de obra intensiva, “con picos estacionales y productos con valor agregado”. El tercer lugar es para la industria farmacéutica (4,6%).

“Una de las políticas más fuertes de la gestión es la diversificación de la matriz productiva -describe Lucero-. La nueva agroindustria dio pasos agigantados de la mano de nuevos productos como el pistacho; hay 5.000 hectáreas que la convierten en la principal productora y exportadora, cuando toda esa superficie esté en plena producción exportará por el equivalente al 10% de todo lo que hoy exporta la provincia, incluida la minería”. La cadena hortícola participa con 4,1% en las ventas afuera; la olivícola con 2,4% y la maquinaria y equipos, 0,7%.

Desde Río Negro, el ministro de Producción Carlos Banacloy dice que los clústers históricos de frutas como el de la pera y la manzana se fueron “fortaleciendo” y se sumaron otros nuevos, como el de la cereza, de la que la provincia es la principal exportadora.

Los principales sectores exportadores hoy son alimentos y turismo (con Bariloche como motor) mientras que la energía se presenta como el “gran” desafío. “Hay complejos productivos anteriores a la existencia de la provincia como tal que tiene 67 años historia -aporta Banacloy-. Buscamos el desarrollo de energías renovables y no, como es la parte de Vaca Muerta, que está en nuestro territorio. Con el hidrógeno verde fuimos el primer distrito que tomó el proyecto como cierto y real, pero requiere legislación nacional pendiente; es lo que exige el inversor para avanzar.

Fuente: La Nación