Argentina: A horas de una asamblea, el conflicto sindical aceitero continúa afectando las agroexportaciones

“Los sindicatos no están respondiendo a los llamados de negociación por parte de la industria y realizarán una asamblea hoy al mediodía”, afirma Gustavo Idígoras, Presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina y del Centro Exportador de Cereales.

La huelga iniciada el pasado martes por los trabajadores de las plantas de molienda de aceite y terminales portuarias en Argentina está impactando las agroexportaciones del país, que es uno de los principales productores y exportadores mundiales de granos y sus derivados.

La medida de fuerza es impulsada por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA), que agrupa a 22 gremios, junto con el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de San Lorenzo, ubicado en la provincia central de Santa Fe, donde se sitúa el mayor polo agroexportador de Argentina.

La huelga fue convocada debido a la falta de acuerdo entre los sindicatos y las tres cámaras empresariales participantes en la negociación paritaria, que en julio debía fijar un nuevo aumento salarial para el sector. En este contexto, se negocian ajustes cada dos meses debido a la alta inflación en Argentina, que alcanzó el 271,5 % interanual en junio pasado.

Los sindicatos exigen que el salario mínimo se actualice a 1.550.000 pesos (1.618 dólares) para el puesto más básico de la escala, con el fin de cubrir nueve necesidades básicas, lo que supone un aumento del 26%. Sin embargo, las empresas han ofrecido un incremento del 17%.

“Las empresas se están negando a pagar un salario que nos permita cubrir nuestras necesidades. Eso es lo que estamos discutiendo con las empresas del polo sojero más grande del mundo”, dijo el secretario general de la FTCIODyARA, Daniel Yofra.

El dirigente señaló que, en 2023, sus salarios representaban solo el 1,7% del costo de producción de las empresas, una cifra que ahora es aún menor debido a la abrupta devaluación de la moneda argentina en diciembre pasado.

“Día a día vamos evaluando la medida a seguir. Vamos a seguir esta lucha hasta las últimas consecuencias”, dijo por su parte el secretario general del SOEA de San Lorenzo, Daniel Succi.

El paro impacta en alrededor de quince terminales ubicadas en San Lorenzo, Timbúes, San Martín, Ramallo y Bahía Blanca, que son operadas tanto por empresas argentinas como por multinacionales.

Debido al conflicto, varios buques están retenidos, y miles de camiones permanecen parados alrededor de las terminales sin poder descargar granos. Este domingo, no se registró la descarga de ningún camión.

“Desde el martes está todo paralizado. Dado que fue un paro imprevisto, eso generó a propósito que 14.000 transportistas quedaron varados y unos 11.000 con carga pero sin salir hacia los puertos”, explicó Gustavo Idígoras.

Según Idígoras, los ingresos de estos transportistas se ven comprometidos en aproximadamente 500 millones de pesos (522.000 dólares), mientras que las pérdidas por las penalizaciones por demoras en los embarques ascienden a 50.000 dólares diarios por cada uno de los diez buques que se encuentran en espera.

“El resto de los barcos que iban a venir los compradores internacionales los derivaron a Brasil, así que también habrá menos divisas en septiembre”, advirtió Idígoras en momentos en que Argentina necesita incrementar sus exportaciones para recomponer sus exiguas reservas monetarias.

Fuente: Infobae