El maní, un nuevo unicornio argentino cada vez más firme.
Una hectárea de maní alcanza un valor bruto de producción estimado de US$ 4.518 mientras las de soja y maíz US$ 1.311 y US$ 1.524.
En 2020, el complejo del maní exportó por más de US$ 1.000 millones, consolidando el proceso de sostenido crecimiento que se viene observando en las últimas campañas y, a su manera, es un nuevo unicornio criollo (mote que reciben las firmas jóvenes con una valuación superior a esa marca).
El maní se destaca como una economía regional intrapampeana. Al igual que la leche santafesina y la apicultura bonaerense, se desarrolla con fuerza como cultivo intensivo dentro de la región centro de nuestro país. El maní se produce principalmente en la provincia de Córdoba, con un fuerte anclaje territorial sobre la provincia mediterránea.
En esa provincia, dice un trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario, se concentra el 89% de las 965 explotaciones agropecuarias que producen maní, además de 23 de las 25 empresas que componen el Sector Agroindustrial Manisero (SAM), como lo denomina la Cámara Argentina del Maní. De estas 25 empresas, 4 son grandes, 9 medianas y el resto pequeñas. Las empresas grandes dan cuenta del 50% de las exportaciones, mientras las medianas y pequeñas del 39% y 11%, respectivamente.
“Los niveles de exportación del maní argentino no serían posibles sin los buenos niveles de producción y el relativamente bajo consumo interno que existe en Argentina. Si bien desde hace décadas Argentina alterna posiciones entre los tres primeros lugares del ranking de proveedores globales de maní, por cuarto año consecutivo nuestro país se ubica como el primer exportador global de maní. Argentina exhibe un rotundo saldo exportable para el maní, exportando más del 70% de su producción, una proporción que ningún otro exportador tiene en el mercado. De esta manera, se lleva más de un quinto del comercio mundial de esta oleaginosa”, dicen Guido D’Angelo, Bruno Ferrari y Julio Calzada, autores del informe de la BCR.
Maní de Argentina a más de 100 destinos.
Si bien se destacan más de 106 destinos del maní argentino, casi un tercio tiene a los Países Bajos como destino, probablemente porque el puerto holandés de Rotterdam es la puerta de entrada a Europa. En 2018 los maníes sin ninguna transformación representaban el 60% del tonelaje exportado. En el 2021 vienen siendo apenas 9%, con un rotundo ascenso de la exportación de maní sin cáscara, que representa cerca del 82% de las exportaciones de maní en lo que va de 2021. Las exportaciones restantes de aceite y harina representan 7% y 2% de las exportaciones, respectivamente.
Maní en Argentina: los números.
En las últimas dos décadas el cultivo de maní viene creciendo sostenidamente, tanto en área sembrada como en rendimiento productivo. “Además del incremento de superficie sembrada, la sostenida incorporación de nuevas tecnologías y la especialización regional han permitido una fuerte suba del rendimiento productivo, impulsando la producción total”, dice el reporte de la BCR.
En la década iniciada en 1990 la producción por campaña de maní se ubicaba en cerca de 334.000 toneladas, con un rinde próximo a 1,6 toneladas por hectárea. Avanzando en el tiempo, para la década del 2000 la producción promediaba 450.000 toneladas en cada año comercial, con un rendimiento cercano a 2,1 toneladas por hectárea. Finalmente, la década que comenzó en el 2010 sigue consolidando el crecimiento del maní en la argentina, con un promedio de producción superior a 1.038.000 toneladas por campaña, con un rinde de más de 2,8 toneladas por hectárea.
En la campaña 2019/20 el rendimiento por hectárea del maní se ubicó en 3,5 toneladas por cada hectárea, mientras la soja y el maíz mostraron rindes de 3,05 y 8,24, respectivamente. Tomando promedios de precios internacionales del 2020 y 2021, una hectárea de maní alcanza un valor bruto de producción estimado de US$ 4.518 mientras las de soja y maíz son de US$ 1.311 y US$ 1.524, respectivamente. No obstante, dicen D’Angelo, Ferrari y Calzada, “el área sembrada de maní es mucho menor que los otros dos cultivos mencionados debido en parte a la especificidad territorial de dicho cultivo oleaginoso”. Asimismo, no debe dejarse de lado la necesidad de rotación de cultivos, más imperiosa en el maní, además de los costos de producción más elevados para esa oleaginosa.
La campaña 2021/22, a iniciarse en junio del año que viene, muestra estimaciones que se colocan entre 1,2 y 1,4 millones de toneladas, en línea con los mejores números productivos registrados. Consecuentemente, se esperan exportaciones por casi 1 millón de toneladas, lo que nuevamente podría romper récords de comercio exterior.
Maní: las perspectivas a futuro.
Entre los lineamientos de política para desarrollar, un documento reciente del Ministerio de Desarrollo Productivo da cuenta de algunos puntos. En primer lugar, se destaca la necesidad de aumentar aún más la producción primaria para impulsar el procesamiento de maní. Además, se destaca que los principales productos de exportación del complejo son maní sin cáscara y aceite en bruto, aún con espacio para agregar todavía más valor a las alcistas exportaciones. Finalmente, muchos desperdicios de la industria pueden ser aprovechados como insumos en otras actividades.
Desde la Cámara Argentina del Maní se ha insistido en repetidas ocasiones en bajar los Derechos de Exportación de la cadena exportadora líder en el mundo. Dentro del maní sin cáscara encontramos al maní blancheado (sin piel) y el maní confitería (listo para consumo humano), que representan conjuntamente casi el 90% de las exportaciones, con alícuotas del 7% y del 4,5%, respectivamente.
Fuente: El Economista